viernes, 10 de diciembre de 2010

Relato 539: ¿Y LA CUESTIÓN SANZ?

Sanz escucha en Córdoba a Ricardo Alfonsín. El día que juntos lanzaron el MORENA.

En una reunión del espacio interno MORENA dije: “todo aparenta a que la disputa ocurrirá entre Alfonsín y Cobos pero habrá un tercer candidato. Y su fuerza será generada no por propios atributos sino por la fuerza de nuestras contradicciones”. Agregué, "el establishment con el auxilio de los quedantistas del Partido no va a renuncia a incidir en una de las dos fuerzas más importantes y con el propósito colateral de sacar de carrera a Ricardo Alfonsín en tanto opción hostil a sus intereses". Para los quedantistas, que se expresan en el Partido y comandan desde la ciudad de Buenos Aires, la confrontación entre Cristina Kirchner y Alfonsín evidenciaría su decadencia como fuerza social y política. Entonces resistirán. Es que expresan a los sectores menos dinámicos e innovadores del País. Su riqueza concluye en pobreza por que en la base de su acumulación están las cuasirentas políticas. En definitiva, el capitalismo prebendaría, no innovador ni emprendedor.
Lo de Sanz tampoco me extraña, y el que avisa no traiciona le respondo a mis amigos que esperaron aviso explícito. Para mi había dado señales inequívocas del camino que iba a recorrer. Que sus métodos no estuvieron en línea con códigos esperados por ellos es otra cosa. En estas alturas de lo que hablamos es de poder. En las elecciones internas de la Provincia de Buenos Aires ya hubo evidencias de su intromisión y no a favor de la lista alfonsinista, precisamente. Estaba al acecho y justo para atenuar la fuerza de nuestra movilización del día 3. No se le dió.
Además de candidatos, el radicalismo de Mendoza aporta a la política radical un uso particular del idioma castellano. De “mi voto no es positivo” de Cobos a “No soy candidato pero no voy a decir que no” de Sanz. Me detengo en este último de quien insinuaciones hice en la nota anterior. Se trata de una candidatura oportunista (lease bien, la candidatura) inscripta en una estrategia derrotista. Su inteligencia apunta a pararse al 2015 al frente de los que quedaron en el camino con objetivos en el nucleo de jóvenes que no sepamos integrar. Para eso restringió dramáticamente la institucionalidad radical que es un atributo electoral significativo de nuestra fuerza. Así, el daño será muy superior al ocasionado cuando auspiciara el voto a favor de López Murphy en contra de la fórmula radical Moreau-Lozada. Entonces el radicalismo no tenía chance y lo único que se relevaba era lealtad a la identidad de parte de nosotros en tanto dirigentes y voluntad para, como hoy, que el radicalismo cuente con la histórica fuerza. Yo no miro jamás a la derecha.
La estrategia es la quedantista de los varones radicales de la ciudad de Buenos Aires y que “cartonean” nuestros errores. Esa coalición, entre el flanco derecha radical y el establishment, es muy fuerte y como que es parasitaria solo se puede nutrir de nuestros errores y el primero, es el sectarismo y sus concomitantes inevitables el exclusivismo con el espíritu de exclusión. Tenemos esos problemas que no autorizan a Sanz a decir que hay fuerzas que no están contenidas con las candidaturas de Cobos o de Alfonsín. Para él esas fuerzas no están a disposición y si diera cuenta de cuáles son las suyas su proyecto en el acto se torna inviable. De todos modos esta candidatura sirve para demandar autocritica y preguntarnos si hay incontenidos por nuestro sectarismo o incapacidades de integración. Si hay humildad y vencemos al amiguismo la batalla estratégica también está ganada.
La tremenda debilidad cuantitativa de Sanz no me lleva a subestimar el proyecto, del que es una función. El que navega en la política tiene que tener respeto al poder establecido y disminuir la fuerza de las contradicciones propias. La de los que apoyamos a Ricardo Alfonsín. La que solo tiene destino en las bases radicales y en las progresistas del País.
Lo triste y muy triste de nuestro Presidente es su mensaje a los jóvenes de cómo se construye política. “Estoy con el short puesto al lado de la pileta. Si se llena de agua, me tiro”. Es que por historia un Presidente de la UCR llena esa pileta de agua a baldes o cucharitas y no espera. Un radical no espera. Un Franja, no espera. Si el agua es la fuerza, a la fuerza se la genera y no se la espera que caiga solo del cielo. Y otro objetable, la manipulación de la institución Presidencia del Comité Nacional. Ya dije en nota anterior, además de romper un sistema de confianza le ha asestado un duro golpe al fortalecimiento institucional del Partido. Acá nosotros los dirigentes del MORENA estamos en deuda con nuestra gente en el sentido de no hacer nada para revertir esta situación. Donde va lo hace por encima de las autoridades partidarias y va como la primera figura del Partido.
Además, es una candidatura derrotista. Descuentan que se pierde la elección y piensan en el 2015. Entonces, sobre nuestra militancia ajustan una estrategia que nada tiene que ver con la nuestra que va por el triunfo el año que viene.
Ernesto Sanz tiene todo el derecho del mundo de querer ser candidato a Presidente. Allá él si considera picardía o habilidad la actitud de espera y su paso por el MORENA. La ingenuidad fue de muchos de mis compañeros del movimiento que fundáramos recientemente. Jamás ofreció discusión sobre su decisión y todos nos enteramos por La Nación. Ha causado el grave daño explicado en la nota anterior.
Nostros seguimos. A militar y no a esperar el verano. Nuestro camino son las multitudes. Nuestro objetivo es que exactamente dentro de un año Ricardo Alfonsín asuma la Presidencia de la Nación. Y con él el Radicalismo. Y un arco progresista. De esos que vienen a remover el quedantismo en nuestra Patria. Cada vez quedan menos toreros alemanes enfrente nuestro pero los que quedan son los más poderosos. Los podremos en la medida que hagamos de cada día un pequeño viernes como el pasado y no dejemos la calle. Que se repetirá hoy en Entre Rios. Y que debemos convertir en miles. Entonces el 10 de diciembre del 2011 serán multitudes para saludar a Ricardo Alfonsín en la Presidencia de la Nación. Y entonces estará Ernesto. No sus métodos ni el de los que lo comandan. Con mangueras, baldes, cuacharas y con las propias manos estamos llenando de agua la pileta, construyendo el poder progresisita e innovador de la Argentina. Lo sumaremos. Pero teniendo en cuenta que sin perder nada en el plano de nuestras obligaciones integradoras nada abandonaremos en el de las de carácter ideológico.

1 comentario:

Eduardo dijo...

Excelente nota. La comparto.